domingo, 21 de noviembre de 2010

El Vaticano y el Arte The Vatican and Art

JOSÉ ALBERTO LÓPEZ

Fuente: Revista de Arte LÁPIZ
Categoría: Crítica de Arte
Source: LÁPIZ Art magazine
Category: Critic Art

Bill Viola, "Emergence", 2002, videoinstalación.
El arte occidental, que, desde la aparición del cristianismo y hasta principios del S. XIX, había mantenido una estrecha relación con la Iglesia, ha avanzado desde hace más de siglo y medio en un camino de secularización extrema. Paralelamente, la iconografía religiosa se ha ido reduciendo a una práctica marginal y normalmente mediocre.

Western art has been advancing towards extreme secularisation for over a century, despite the strong relationship it boasted with the Church form the emergence of Christianity until the early 19th century. Simultaneusly, religious iconography has been reduced to a marginal, quite mediocre, practice.

Hace casi medio siglo Pablo VI asumió el compromiso de restablecer la amistad entre la Iglesia y los artistas. "A todos vosotros la Iglesia del Concilio os dice con nuestra voz: ¡si sois amigos del verdadero arte, sois nuestros amigos!", les comunicó en la clausura del Concilio Vaticano II, señalando su papel como custodios de la "belleza del mundo", la belleza que el mundo necesita para no lanzarse a la desesperación... En el año 2000, Juan Pablo II dirigió una "Carta a los artistas", también centrada en la "epifanía de la belleza". Ajena a los estilos, movimientos y medios del arte actual, la Iglesia seguía reclamando una belleza que en sus templos se ha traducido en burdos productos incapaces de reproducir la grandeza del arte religioso de antaño, convirtiéndose en una especie de grotesco arte religioso folclórico, preñado de vulgaridad, del que son ejemplos destacables las horribles pinturas instaladas en la Catedral de la Almudena de Madrid.

Almost half a century ago, Paul VI embraced the commitment of re-establishing the ties between artists an the Church. "To all of you, the Church of the Council declares to you through our voice: if you are friends of genuine art, you are our friends!," he commented on closing the Second Vatican Council, underlining their role as the custodians of the "beauty of the world," the beauty that the world needs to not sink into desperation... In the year 2000, John Paul II penned a "Letter to the Artists," also based on the "ephiphany of beauty." Ignoring the styles, movements and resources of contemporary art, the Church continued to request beauty which, in its temples, has been translated into crude products, unable to reproduce the grandiosity of the religious art of the past. It has become a sort of grothesque folkloric religious art, pregnant with vulgarity, with examples such as the dire paintings on show in the Almudena Cathedral in Madrid.


Ahora la Iglesia parece querer sacudirse ese rancio conservadurismo. Así, según el responsable del Consejo Pontificio de la Cultura, Monseñor Giafranco Ravasi –cuyas funciones en el Vaticano son las equivalentes a las de un Ministro de Cultura-, esa institución pretende estimular un arte actual apropiado para ornar las numerosas iglesias modernas, algunas de ellas diseñadas por arquitectos como Renzo Piano o Richard Meier, evitando esquemas iconográficos caducos, adscritos a lo peor de la estética del sentimiento. Paralelamente, la Iglesia desea inspirar en los artistas un arte “transcendente”, que pueda medirse con aquella creación contemporánea carente del mensaje o “blasfema”. En una entrevista concedida el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung a finales de 1998, Ravasi adelantaba la intención del Vaticano de participar con un pabellón propio en la Bienal de Venecia de 2011, a pesar de ser consciente de que cerca podría exhibirse una Madonna llorando esperma o una Última Cena con jóvenes masturbándose, como se pudo ver en Bolonia o en Viena ese mismo año. En aquella misma entrevista, se interrogaba Ravasi sobre los nuevos lenguajes, sobre la búsqueda de lo no estético en el arte, y concluía que quizás la Iglesia había perdido el contacto con la creatividad. Como ejemplo, se refería a una Crucifixión de Joseph Beuys, que según opinaba, debió haber adquirido la Iglesia en los años sesenta, por tratarse de una obra que pertenecía más a un lugar sagrado que a un museo.


The Church now seems eager to shake off that stale conservatism. Thus, the President of the Pontifical Council for Culture, Archbishop Giafranco Ravasi –whose functions in the Vatican equal those of a Minister of Culture-, aims to use the institution to stimulate a contemporary art that is deemed suitable to decorate the numerous modern churches, some designed by architects such as Renzo Piano o Richard Meier, avoiding dated iconographies that are ascribed to the worst examples of the aesthetics of emotions. In parallel, the Church aims to inspire artists to create a “transcendent” art, an art that can level with contemporary creations that are devoid of a message or are openly “blasphemous.” In a interview with the newspaper Frankfurter Allgemeine Zeitung in late 1998, Ravasi previewed the Vatican’s intention to showcase a pavilion at the 2011 Venice Biennale, despite being aware of that fact that it could be in the vicinity of a Madonna crying sperm or a Last Supper featuring youths marturbating, as occurred in Bologna or Vienna that same year. In that interview, Ravasi was also asked about new languages, about the pursuit for non-aesthetic elements in art, an concluded that perhaps the Church had lost contact with creativity. It illustrated the point by mentioning Joseph Beuys’ Crucifixion, which, he said, should have been purchased by the Church in the Sixties, being a work more suited to a holy place than to a museum.


Como parte de esta nueva estrategia eclesiástica, se organizó un encuentro entre el papa Benedicto XVI y doscientos artistas de distintas disciplinas, incluida la plástica, en noviembre del año pasado. En ese encuentro, que tuvo lugar en la Capilla Sixtina y al que asistieron creadores como Jannis Kounellis, Anish Kapoor y Bill Viola, el Papa volvió a referirse a la Belleza como necesaria respuesta a algunas formas del arte contemporáneo que considera obscenas. Monseñor Ravasi fue el organizador del encuentro. Ante este pasmoso giro, solo nos cabe preguntarnos: ¿llegaremos a ver pronto a algún cardenal paseándose por ARCO?


As part of the new ecclesiastic strategy, a meeting was organised between Pope Benedict XVI and two hundred artists from different disciplines, including plastic arts, last November. During the event, staged in the Sistine Chapel with creators such as Jannis Kounellis, Anish Kapoor and Bill Viola, the Pope once again referred to Beauty as the necessary answer to some forms of contemporary art which he considers obscene. Archbishop Ravasi organized the event. Given this shocking swing, one can only wonder: Will we be seeing a cardinal walking around ARCO in the near future?
Translation: Laura F. Farhall

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